Las grandes corporaciones multinacionales son actores clave en la transición hacia una economía verde. En la COP29, se espera que estas empresas asuman compromisos aún más ambiciosos en materia de reducción de emisiones y adopción de tecnologías limpias. Sus inversiones en energías renovables y proyectos sostenibles no solo aceleran la descarbonización, sino que ejercen una presión cada vez mayor sobre los gobiernos para implementar políticas climáticas más ambiciosas y coordinadas.

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